lunes, 13 de septiembre de 2010

La venganza de los hombres

Sí, la vida da para todo y esta vez dio para invertir un poco los roles entre ambos sexos, en un cambio extraño a lo que ya es una costumbre, pero al revés. Machismo o feminismo aparte, considerando que hay muchísimas excepciones y que los personajes que describo a continución son burdos estereotipos, la cosa vino más o menos así. Mundial de hockey, Argentina en la final enfrentando a Holanda. Resultado, un montón de mujeres que alguna vez han jugado al hockey en su mayoría compartiendo un lugar frente al televisor con un grupo de hombres que no tiene ni la menor idea del reglamento pero igual miran. ¿Les suena? ¡Ja! Es hora de la revancha, pensé. Acá se viene, el siguiente diálogo de un hombre con la mujer (prima herman, amiga, tía, sobrina, etc) que tiene sentada al lado
-¿Qué es el corner corto?
-Es como un corner pero más de cerca pelotudo, no lo sacás por el nombre.
-¿Por qué esa se viste como si fuera un caballero de la edad media?
-Porque es la arquera y la pelota esa es de madera no de cuero como la que usan para jugar al futbol, maricones.
-Ganamos seguro, si Holanda pierde todas las finales, son pechos fríos.
-Eso será en fútbol, acá resulta que salió campeón muchas más veces que nosotros.
-¿Cuánto adicionó el árbitro?
(Mirada con mucho odio)
Esa y muchas otras preguntas eran lo que esperaba disfrutar para saborear mi dulce venganza del mundial de fútbol y el ¿qué es el offside? de parte de nuestras queridas chicas.
¡Pero no señores! ¡No! Claro, me di cuenta que los hombre somos diferentes. En primer lugar somos extremadamente orgullosos y jamás, bajo ninguna circunstncia podriamos admitir que una mujer sabe más de algún deporte que nosotros. Entonces directamente nos guardamos todas esas preguntas y cuando vemos algo que se parece al fútbol, opinamos, si no, nos hacemos los boludos. De hecho, el motivo principal por el cual las mujeres se sientan a mirar el mundial de fútbol difiere completamente del nuestro para mirar el mundial de hockey. Lo de ellas es simplemente la resignación total a quedar afuera de una conversación, porque, seamos sincero, si hy algo que las mujeres no soportan es quedar fuera de una conversación, de lo que habla todo el mundo. Entonces, si se habla del mundial, necesariamente tienen que hablar de eso. Daría lo mismo si se pusiera de moda hablar del estado del clima en Marruecos. Entonces, ellas miran un poco, sacan alguna conclusión en base a nada y la comparten con sus amigas. No importa el nivel de estupidez de lo que estén diciendo porque hablan por el solo hecho de hablar y de hecho ninguna escucha la otra cuando lo hace, porque de todas formas el tema no le interesa. Los hombres funcionn distinto, porque si, por algún motivo, un hombre discute con otro por algo es con el único motivo de demostrarle que tiene razón, que es más groso, en fin, que la tiene más grande. Entonces en esa necesidad de demostrar superioridad vinculada con un complejo freudiano, el hombre se empapa de información estadística y de las opiniones de otras personas que escriben en olé. Entonces, si bien no tiene la menor idea de lo que es un corner corto (el más perdido hasta utiliza la expresión "jugada de pelota parada" como un sinónimo), sabe que es el arma más peligrosa de Holanda, si bien nunca los escuchó nombrar antes, conoce los nombres de todas las jugadoras, en que club juegan y cuántos goles tiene cada una. Y después con eso chamulla...si total se trata de meter algo adentro de un arco ¿¡No se dan cuenta que son todos los deportes iguales!?
Y bueno, entonces las preguntas son reemplazadas por opiniones calificadas dichas con un fervor incontrolable que a veces parece estar cerca de terminar yéndose a las manos. Mientras que las mujeres se saben en un lugar que no les pertenece cuando miran fútbol, los hombres toman el centro de escena y discuten, se pelean, callan a las mujeres (que saben diez veces más que ellos) por decir boludeces y se vuelven los más fanáticos. Esta expresión es solo moderada por pequeños intervalos de tiempo, a veces frecuentes, en los que el hombre no entiende bien si el equipo está jugando bien o mal. En esos momentos, busca complicidad con otro hombre para acordar que el hockey "es un deporte de mierda".
Y bueno, finalmente llega el momento del festejo final. Pero claro, aquí el hombre demuestra ser el sexo inferior. La mujer, contenta solo por el hecho de figurar, podría festejar como loca en el obelisco una victoria futbolística. Y es mucho más feliz. Los hombres, a medida que el reloj se consume y Argentina es campeón, caen en la cuenta de que ese miserable torneo no alcanza para llenar ni la diezmillonésima parte del vacío que les dejó el mundial de fútbol. Quizás si hubiéramos ganado sobre la hora... pero no, el triunfo tranquilo les dio tiempo para pensarlo. Entonces, termina el partido, festejan medio minuto y no saben que hacer. Las mujeres los miran y concluyen, lógicamente, en función de lo eufóricos que estaban hace dos minutos, que ahora se van con el auto directo al obelisco, o en su defecto, que viene un hora de sexo desenfrenado. Pero no... los pobres hombres están más vacíos que nunca, porque han abierto una herida que querían llenar. Se miran, quedan en silencio.
-Che, ¿no juegan Racing y Estudiantes?
-Sí ponelo.
Y bueno, ahi se ponen a mirar un partido intrascendente, pero de fútbol. Y por supuesto, sacan a gritos a su mujer cuando les pregunta qué les importa ese partido si no son hinchas de Racing ni de Estudiantes
-Salí, vos nunca lo vas a comprender.
Y la mujer se enoja, pero luego se va feliz con las otras mujeres, porque sabe que puede hablar de cualquier otra cosa que no sea fútbol hasta dentro de 4 años.

Así es, con l ctitud casi cavernícola que nos caracteriza en cualquier competencia, los hombres hemos logrado evitar que las mujeres se ganen protagonismo en nuestro terreno. ¡Y con el total desconocimiento!. Eso sí, hay cosas que las mujeres no van a entender nunca del hockey. Por ejemplo, disfrutar de cosas como esta:
http://momento24.com/2010/09/04/las-fotos-de-ellen-hoog-la-mas-hot-del-mundial-de-hockey/